El combate a la Discriminación…que conlleva a más Discriminación

25 de abril del 2011

ECLIPSE
Por Benjamín H. Yáñez Campero


El combate a la Discriminación…que conlleva a más Discriminación  

En estricto sentido discriminar “el acto de separar o formar grupos… a partir de un criterio determinado. En su sentido más amplio, la discriminación es una manera de ordenar y clasificar”. Pero en la actualidad la discriminación se “refiere al acto de hacer una distinción o segregación que atenta contra la igualdad de oportunidades”.

En el caso particular del México contemporáneo hablamos de una violación a los Derechos Humanos ya que nuestra Carta Magna refiere que todos los mexicanos somos iguales, que no habrá distinción alguna por motivos sociales, raciales, étnicos, de género, preferencia sexual, edad,  religiosos, socioeconómicos, etc.

El simple trato desfavorable hacia nosotros mismos, hacia una persona, grupo o sector de la sociedad por cualquier situación constituye un acto de discriminación. En nuestro país históricamente existen grupos particularmente señalados como: los Indígenas, las Mujeres, los no heterosexuales, campesinos, los pobres o desposeídos y más recientemente los discapacitados, las madres solteras, los y las sexoservidoras, niños, los jóvenes, los adultos mayores, enfermos de VIH, de identidad de género,  darquetos, migrantes, punks, tatuados, refugiados, con pincings, gordos, flacos y toda una gran gama de particularidades que por preferencia, condición o nacimiento  nos hace diferentes del resto de los mal llamados “normales” o de los estereotipos que los medios de comunicación y la influencia negativa de otras culturas nos han impuesto y que por esa situación son y somos motivo de burla, distinción, segregación, exclusión, privación y restricción de todos o alguno de sus derechos y/o libertades, colocando a los discriminados en una clara desventaja y en una situación de vulnerabilidad.

Algunos de los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010 (Enadis), realizada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), son de dar miedo o risa: señalan que para 60 % de los mexicanos de cualquier extracto económico -irónicamente- la riqueza es el mayor factor que divide a la sociedad, seguidos por los partidos políticos y la educación.  Particularmente en el Distrito Federal, el 32.5% considera que los niños solo deben de tener los derechos que sus padres les quieran dar, o como en Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro que tres de cada diez personas justifican de algún modo que golpear a un niño para que obedezca está bien; o que un gran porcentaje cree que se le pega mucho a las mujeres, ¿quien dice cuanto es mucho o poco? “A las mujeres no se les toca ni con el pétalo de una flor” diría Don René; o que a los adultos mayores se les niega el trabajo o bien que solo uno de cada diez, considera que sí se respetan los derechos de los migrantes; o que los derechos de los homosexuales, lesbianas, migrantes e indígenas son los menos respetados, así como que la riqueza, la apariencia física, la edad y el sexo son las condiciones que mas señalan los mexicanos cuando son discriminados. El 40% señaló que se trata diferente a las personas por el color de su piel, que las personas no heterosexuales consideran a los Cuerpos Policiacos como los entes de mayor discriminación a esa población; y en contra de toda lógica para los grupos Étnicos del país ni la pobreza, ni la falta de empleo son su principal problema, sino la discriminación,  principalmente por su leguaje o bien que en pleno siglo XXI tres de cada diez mujeres piden permiso para decidir por quién votar.

Así que con este crisol de posibilidades para ser discriminado, tanto el Gobierno Federal como la gran mayoría de los gobiernos Estatales y Municipales han establecido una serie de Políticas Públicas para evitar y contrarrestar cualquier clase de discriminación, dicho sea de paso, algunas de ellas con gran éxito, gracias a la insistencia de la sociedad y al interés de contados Legisladores y Autoridades con algo de valor cívico y pudor político.

Situación que nos ha llevado a considerar a la más grande las discriminaciones y no por criterios cualitativos sino más bien –cuantitativos-  por el gran número de afectados. En México si no tienes menos de 30 o más de 60 años, no eres ni niño ni joven ni adulto mayor, si estudias o trabajas, no eres “NINI”, si eres producto del mestizaje como la gran mayoría, no eres Tzotzil o Mayo, si tienes la suerte de contar con un trabajo con el que sobrevives, no eres desempleado,  o si acaso simplemente tu género es masculino y eres heterosexual, más o menos moreno y vives en un centro urbano, que vistes conforme a la media por decisión, que no te has “comido la torta antes del recreo” y hablas aunque sea el Español y no sufres alguna discapacidad, entonces: quiero informarte que no eres del interés o impacto de Política Pública vigente, que en ninguno de los tres niveles de gobierno existen programas o políticas particulares para atender a ciudadanos con tus características y necesidades, que los gobiernos han hecho de México un país de minorías y que al no ser o formar parte de una de ellas, nos han convertido en la mayor minoría de este país y por ende sujetos de una gran discriminación.

¡Solo para la reflexión!

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