TODAVÍA NO SABEMOS SI YA PASÓ LO PEOR…
Todavía no sabemos si ya paso lo
peor, mucho menos sabemos cuándo ha sido o será el verdadero pico real de la pandemia; los contagios, las muertes y los
casos sospechosos a la alza, pero eso sí, ya están abiertos los centros
comerciales y tiendas departamentales, deportivos públicos y privados,
comercios al menudeo, hoteles, restaurantes, tianguis y mercados, estéticas, peluquerías
y salones de belleza y la cereza en el pastel, el Centro Histórico. Apenas nos estábamos
acostumbrando al uso del “bozal” (cubrebocas),
a guardar cierta distancia, a lavarnos las manos, a desinfectarnos, apenas estábamos
haciendo algo de rutina de seguridad y nos sueltan la correa.
Pero como dice el dicho: “no tiene la culpa el Indio, sino el que lo
hace compadre”, conocemos la ineficiencia, el mal manejo y la nula
credibilidad de quienes manejan la pandemia y la información sobre esta, así
como las decisiones sobre cómo enfrentarla y como protegernos, pero esto lo
sabe hasta un retrasado mental –con perdón de ellos- lo que resulta inverosímil
es que sabiendo como son, simplemente y valiéndoles madre, salgan a abarrotar
los centros comerciales para comprase una camiseta o un pantalón de marca que
no les son indispensables, se arriesgan solo porque están “rebajados” al 50% y la marca les da
supuestamente “status”, dejaron de respetar la sana distancia, salieron sin
bozal, sin ninguna precaución a ponerse en riego, poner en riesgo a sus seres
queridos si es que tienen y desde luego, a hacer de esta pandemia un episodio interminable.
Lo que pone de manifiesto que no
solo hay pendejos en los distintos
niveles de gobierno, también los hay en casa, en la calle, en las empresas,
saturando los hospitales y poblando los panteones.
La responsabilidad de que esto se
controle y después se minimice, solo
radica en ti y en mí, radica en nosotros los mortales, en los de a pie, en la
sociedad civil, hagamos el trabajo que nadie más hará por nosotros.
¡Mantengámonos a salvo!
Comentarios
Publicar un comentario