ECLIPSE
Por Benjamín H. Yáñez Campero 


LOS NÚMEROS DE CALDERÓN  
 

A poco menos de 5 días que termine el mandato del Presidente Calderón, segundo de la dinastía panista que llega a los Pinos o de la alternancia, bien valdría la pena, desde mi particular punto de vista, hacer no una síntesis pero si una ejercicio similar, de lo que ha sido su gobierno desde la frialdad de algunos de los números más sobresalientes que lo pondrán, sin duda alguna en los anales de la historia y en el recuerdo, a corto pero muy corto plazo, de los mexicanos en general. 

Al asumir la Presidencia en el 2006 Calderón tenía 44 años, por cierto los mismos que tendrá Peña Nieto al asumir el mismo cargo en el 2012, al inicio de esta administración existían en el país, según datos contenidos en el sexto informe de gobierno, 6 mil 489 efectivos de las fuerzas policiales lo que contrasta con los 36 mil 940 que dejará de herencia al siguiente gobierno; en el mismo período solo a los miembros de las Fuerzas Armadas les fueron incrementados sus salarios en 117.3% a los soldados y 122.2% a los marinos y a pesar de un incremento de más del 500% de denuncias ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), respecto a vejaciones, maltratos y tortura principalmente, Calderón aseguró que el “99.1% de los soldaos y el 95% de los marinos se capacitaron en derechos humanos”. 

“Este sexenio ha sido el de la infraestructura para México” declarara el aun Presidente haciendo referencia a los “20 mil kilómetros de carretera” que se construyeron y/o se modernizaron y a las 5 mega-obras que dejará para la posteridad: El Puente Baluarte, que es el puente colgante más alto del mundo; El Puente Albatros, que es el único puente basculante en América Latina, es decir el único que se pliega para dejar el paso libre a los barcos que navegan por el rio Balsas; El gran “TEO” (Túnel Emisor Oriente) que su objetivo es desaguar todos los residuos pluviales de la zona oriente del Valle de México, por cierto el proyecto más caro del sexenio, con un costo final de 16 mil 810 millones de pesos; La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Atotonilco, Hidalgo que su objetivo es limpiar las aguas procedentes del TEO y la joya de la corona, la central hidroeléctrica La Yesca en Nayarit, que será “el emblema de un México moderno y competitivo del siglo XXI” a decir del Presidente Calderón. 

En estos 6 años, se implemento el Programa de Escuela Segura que esencialmente consiste en la revisión de mochilas para impedir el uso de armas y drogas entre los estudiantes, a pesar de las críticas de sus detractores por considerarlo “violatorio de la intimidad” de los educandos, este programa inició con 1,175 y concluirá con 47 mil 316 escuelas dentro del ojo avizor de las autoridades; Se crearon más de 328 Centros Nueva Vida, encargados del tratamiento y prevención de adicciones, y se implemento el Programa de corte socialdemócrata de Rescate de Espacios Públicos, que concluirá con un número no especificado de espacios rescatados, se especula que podría llegar a los 2 mil, pero existen cifras de la Secretaría de Desarrollo Social que tan solo en el 2011 se lograron incorporar a este programa más 700 espacios; Se construyeron 1,200 clínicas u hospitales y se remodelaron 2 mil 500 más y se entregaron 8 millones de becas a estudiantes sobresalientes, se construyeron 100 preparatorias y 140 universidades. 

En materia económica y de acuerdo a cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, se registraron más de 2 millones 240 mil nuevos empleos; México registro una tasa de crecimiento del 2009 a la fecha de 16% continuos durante esos tres años; Al duplicarse el presupuesto en materia de turismo, se logro que nos visitaran más de 23 millones de turistas extranjeros; se tecnificaron con riego alrededor de 500 mil hectáreas del campo mexicano, se beneficiaron a por lo menos 400 mil PYMES y se atrajeron más de 126 mil millones de dólares en inversión extranjera.

Pero nos faltan las cifras del terror, esas de las que hay menos registros que de vendedores ambulantes o de los viene viene, de esas de las que nadie quiere hablar pero que son una cruda realidad, de esas que son el resultado de una obcecada conducta personal del Presidente y consecuencia también de una política a ultranza de combate frontal -a balazos- al crimen organizado.  
 
Según cifras más recientes del propio Gobierno, para septiembre del 2011 ya se contaban 47 mil 515 personas asesinadas, cifra que a la fecha ronda las 90 mil víctimas, mismas que son consideradas como “daños colaterales” al enfrentamiento a balazos entre criminales y/o con fuerzas armadas de los distintos niveles de gobierno, pero según nuestros metiches vecinos del norte, a través del titular del Departamento de Defensa señaló en marzo pasado, que esta cifra ya asciende a 150 mil muertes. Según la Red por los Derechos Humanos de la Infancia de México (RDHIM) destacó que para octubre del año pasado ya sumaban 1,400 niños ejecutados, a la fecha podrían ser más de 2 mil; existen más de 1 millón 600 mil desplazados (que abandonaron sus lugares de origen) a causa de la violencia; El comité EUREKA sitúa el número de desapasiones forzadas en 40 mil; según la CNDH existen aproximadamente 10 mil cadáveres sin identificar, sin considerar los que se encuentran en fosas clandestinas, comunes u oficiales; Como resultado de los trabajos de la Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento Puntual y Exhaustivo a las Acciones que han Emprendido las Autoridades Competentes en Relación a los Feminicidios Registrados en México, de la Cámara de Diputados sabemos que de diciembre de 2006 a enero de 2012, al menos 4 mil 419 mujeres y niñas han sido víctimas de Feminicidio u homicidio doloso en 17 entidades de la república. 

Bien podría con todos estos números hacer una disertación final, que tendiera a la alabanza o en la que me mostrara complaciente por los aciertos de esta administración, o regodearme como si yo no fuera parte de este mismo México por el fracaso de algunas de las políticas mal implementadas o en su defecto criticar desde la comodidad de la oficina donde maquilo este ejercicio. También podría inducir con un comentario mordaz, para quienes me distinguen con su lectura, para buscar que pudieran sesgar, refrendar o variar un juicio a priori; podría sobarle el lomo o echarle leña a la hoguera, pero no es, ni ha sido nunca la intensión de este ejercicio compartido, en cambio puedo simplemente cerrarlo diciendo que ha habido aciertos, errores, torpezas, infortunios, desaguisados, tinos, sagacidades, en fin de todo un poco como en la “Viña del Señor”, pero lo verdaderamente importante, interesante y digno de promover es el juicio que ustedes y el tiempo hagan, la manera en que ponderen la actuación, de toda esta gama y más de calificativos, el peso que ustedes le den a cada una de las acciones, políticas, programas etc. etc. son las  que nos darán el justo medio para calificarla. Así que los invito a realizar esa reflexión, que nos permita ser más críticos, participativos y proactivos de la democracia nacional.  
 

El Morral del Ciego:
Tras un comentario de Ícaro, uno de nuestros asiduos lectores ya hace algunos ayeres, en el sentido que como en otros tantos aspectos de la vida, el futbol era solo cosa de intereses económicos, y su afirmación se sustenta y el de la pluma la ha venido comprobando y este año no es la excepción, que en las finales de ese apasionado deporte -para muchos- coincidentemente siempre se enfrentan un equipo de Televisa y otro de Azteca, así que creo que los goles son lo de menos.

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