¡NADA QUE ESCRIBIR A CASA!

ECLIPSE
Por Benjamín H. Yáñez Campero


¡NADA QUE ESCRIBIR A CASA!


Nada más intimidante y comprometedor que una página en blanco, acechante como leona con su presa, ansiosa como amante por la furtiva cita y expectante por la tinta que ha recibir, de ese, su presa o amante que bien es casi lo mismo, aunque el desenlace para cada caso puede llegar a ser diametralmente opuesto, ella será capaz de devorarte o de entregarte a las mieles del placer; siempre crítica pero indulgente, celosa de su tiempo y espacio, comprometida con el oficio de escribir.

Ese oficio que te encadena a las ideas, que carcome tus entrañas por el deseo de expresar, de gritarle al mundo que estas aquí, que piensas, que sientes, que eres de ciudadano de acá o de a cuyá, que eres ciudadano del mundo y sus alrededores, libre, autónomo e independiente; soñador, integrante de la polis de su tiempo, sin pretensiones de fama o dinero, pero aferrado a tus ideales y creencias.

Oficio que se convierte en compañía incondicional, callada, dispuesta ó en terapia como bien señala Graham Greene, escritor inglés: "Escribir es una forma de terapia. A veces me pregunto cómo se las arreglan los que no escriben, los que no componen música o pintan, para escapar de la locura, de la melancolía, del terror pánico inherente a la condición humana", oficio que te libera al tiempo que te hace esclavo, así de complejo y sencillo resulta escribir.

Pero cuando la monotonía, o lo gris de la vida diaria de un ser como Elba Esther ya quedo en el olvido, o el drama de una comunidad que en el hartazgo lincha a presuntos delincuentes nos hace preguntar “quien mato al comendador…Fuente Ovejuna señor” o de un país donde los gobernantes discriminan y violentan los derechos de sus ciudadanos, resulta doblemente complicado el oficio de escribir; cuando las historias se repiten, como en caso Granier, ex gobernador de Tabasco, acusado de peculado y malversación de fondos públicos, o cuando la selección de futbol juega como llaneros y pretenden venderla como “dream team”, cuando las noticias de ocho columnas son las replicas te un temblor de 5.8 grados, o las exhalaciones de  Don Goyo, el volcán Popocatepetl, resulta que no hay nada que escribir a casa.

Como dijera Pio Baroja: “Yo creo que para ser escritor basta con tener algo que decir, en frases propias o ajenas.” Pero cuando no hay nada que decir es mejor guardar silencio, hacer de éste una sonora expresión de inconformidad que retumbe al menos en la conciencia del de la pluma y en la de algunas de nuestros amig@s que se tomen la molestia de leer este ejercicio.

"Escribir es como mostrar una huella digital del alma” Mario Bellatín, escritor y poeta mexicano.

Comentarios

  1. Sin duda una de tus mejores columnas, felicidades. Emma Yáñez

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